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Cámaras de videovigilancia en los mercadillos de Bonavista y Plaza Corsini en Tarragona

Los mercadillos y los aparcamientos de la ciudad contarán con cámaras de videovigilancia, como elementos disuasorios, para controlar los hurtos y los robos en el interior de vehículos. La instalación de estos dispositivos extras en estos puntos estratégicos de la ciudad se puede llevar a cabo gracias a una ampliación de los contratos relacionados con las cámaras de seguridad que tiene abiertos el Ayuntamiento de Tarragona, como el de los lectores de matrículas en las urbanizaciones de Llevant y el de las cámaras de videovigilancia de la Part Alta.

Mercadillo en Plaza Corsini (Tarragona)

El objetivo es colocar estos dispositivos en puntos claves de la ciudad. «En los lugares donde es más habitual que se cometan delitos, como por ejemplo hurtos. Los mercadillos, en concreto el de Bonavista y el de la Plaza Corsini, son espacios donde se concentra un número importante de personas. Hay mucho tráfico de gente y, por lo tanto, se registran más robos que en otros lados», explica la concejal de Seguretat Ciutadana del Ayuntamiento de Tarragona, Cristina Guzmán.

Por su parte, Juan Benítez, presidente de los Marxants de Tarragona, opina que «todo lo que represente más seguridad para los mercadillos de Tarragona es un acierto. Eso sí, es importante que no se vulnere la protección de datos, ni de los clientes ni de los marchantes». (Vea la noticia completa haciendo click aquí sobre la siguiente fotografía).

Mercadillo en Bonavista (Tarragona)

Sobre la queja del aumento de paradas de venta de ropa de segunda mano, Juan Benítez, paradista y representante del colectivo, es prudente y asegura que el problema no es de los vendedores, sino de lo complicado que es llevar género de calidad. «Pagamos precios desorbitados para montar y, encima, la clientela no compra… Algunas paradas han decidido no renovar la autorización por los precios abusivos que cobran los Ayuntamientos… El mercadillo está en decadencia porque la presión fiscal nos ahoga, no tenemos dinero para renovar el género y entonces la clientela deja de venir. Es el pez que se muerde la cola», dice Benítez. 

Fuente: Diari de Tarragona

Equipo MERCAFER