Los mercadillos ambulantes continúan abriendo bajo mínimos
En muchos lugares de España los mercadillos abren tímidamente. Los criterios de apertura que utilizan los ayuntamientos resultan ser de lo más variopintos. Hacemos una pequeña fotografía de la situación.
El Diario Faro de Vigo resume de manera magistral la situación que están experimentando los mercadillos en su titular de hoy: Los mercadillos arrancan al “ralentí” y únicamente con puestos de alimentación, flores y hortícolas.
Los mercadillos reanudarán su actividad si así lo deciden los ayuntamientos. Algunos ayuntamientos no se complican y solo reabrirán los mercadillos cuando pasen todavía unos días. Otros simplemente reabren los mercadillos con un 25% de sus paradas y aún otros solo permiten abrir los puestos de alimentación, jardinería, etc. Los puestos de alimentación se consideran esenciales, por lo que hay mercadillos que ya abrieron en la fase 0. Sin embargo, otros ayuntamientos de poblaciones en fase 1 trabajan con denuedo para que nadie se quede sin poder ejercer su actividad laboral. Siendo el colectivo del comercio no sedentario uno de los más vulnerables de nuestro país, la medida de abrir el 100% de las paradas aunque sea habilitando más calles o espacios, está siendo bien recibida. Es el caso del mercadillo de Pontevedra que amplía y planifica el espacio preparándose para abrir este próximo sábado.
Los comerciantes coinciden en que no quieren abrir de cualquier modo y a cualquier precio, insisten en que quieren hacerlo con todas las medidas de seguridad para ellos y también para sus clientes.
En estos días podemos ver como en algunos mercadillos, como los de Alicante, se han restringido los accesos, las paradas mantienen una distancia de seguridad de dos metros entre ellas, una línea marcada impide acercarse demasiado a los clientes y es obligatorio el uso de mascarillas y de gel hidroalcohólico. Son los propios comerciantes quienes seleccionan, embolsan y entregan la fruta y la verdura a los clientes. Después de cobrar la venta, los comerciantes se lavan de nuevo con gel hidroalcohólico.
El mercado de Amposta abrió ayer por primera vez desde el Estado de Alarma. El Ayuntamiento ya ha bautizado a este mercadillo como “MercaCovid”. En un principio apenas han abierto una veintena de paradas, del centenar que suelen abrir normalmente. Los clientes aseguraban que tenían muchas ganas de volver a comprar en el mercadillo, donde muchos se sienten más seguros que en espacios cerrados. Aunque muchos llevaban mascarillas hechas en casa, el resto de los clientes debían pasar por una pequeña carpa de la Policía Municipal que las repartía tanto a los comerciantes como a los clientes. El mercadillo de Calafell abrió únicamente las paradas de alimentación y de productos de higiene y estableció un circuito de vía única para evitar que los clientes se cruzasen.
En general los clientes demuestran alegría frente a la reapertura de los mercadillos. Algunos no supieron contenerse y acudieron en masa, como sucedió en el mercadillo de la Devesa de Girona, haciendo difícil guardar la distancia de seguridad.
El mercadillo de Lorca abrirá de nuevo, pero limitando el aforo a tan solo 120 clientes. En Córdoba no ha habido acuerdo entre los vendedores y el ayuntamiento, por lo que descartan abrir durante la fase 1 de la desescalada. El mercadillo de Barrio Peral en Cartagena solo ha abierto tres puestos de los más de veinte que podrían haberlo hecho. Los comerciantes de Cartagena creen que han sido olvidados y ninguneados, y piden igualdad a la hora de decidir quién puede abrir su puesto y quién no. No entienden que no se puedan abrir los puestos textiles y de venta de zapatos. Los vendedores de textil aseguran que compraron miles de euros de ropa de primavera que no pudieron vender. Si bien la normativa estatal no los excluye específicamente, sí que da prioridad a los puestos de alimentación, como frutas, verduras, hortalizas y otros productos considerados esenciales. Desde los ayuntamientos explican que los vendedores de alimentación son los más perjudicados porque no pudieron vender sus productos perecederos tras pararse la actividad. Igualmente argumentan que los puestos de textil son más difíciles de mantener con la debida seguridad, ya que cuando un cliente toca o se prueba una prenda, esta debe desinfectarse y ponerse en “cuarentena”.
Los mercadillos que están abriendo lo hacen bajo la atenta vigilancia de las fuerzas de seguridad, protección civil e incluso voluntarios de Cruz Roja. Volver a la “nueva normalidad” no parece que vaya a ser coser y cantar. Está claro que todos tendremos que poner de nuestra parte para que se cumplan al máximo las medidas de seguridad e higiene.
Es importante retomar la actividad de manera plena una vez las circunstancias lo permitan. Abrir parcialmente supone discriminación de unos respecto a otros, ¿quién dictamina quién abre y quién no?
Es conveniente volver juntos y cuando la situación sanitaria lo permita, mientras tanto, la Administración debe facilitar unos ingresos mínimos a las familias de los comerciantes autónomos afectados. Debemos vencer unidos y solo lo conseguiremos si no dejamos a nadie por el camino en completo estado de vulnerabilidad.
Fuentes consultadas:
https://www.elmundo.es/espana/2020/05/11/5eb9284921efa06c198b4589.html
https://www.diaridetarragona.com/costa/Calafell-reactiva-su-mercadillo-con-distancias-y-direccion-unica-20200512-0101.html
https://cadenaser.com/tag/mercadillos/a/
https://www.diaridegirona.cat/girona/2020/04/25/sol-solet-dissabte-concorregut-girona/1040904.html
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