Mercafer®

Menú General

Mercados y Ferias

Mercafer® / Noticias / Nuevos estudios corroboran que el contagio del coronavirus tiene mayor incidencia en espacios cerrados

El porcentaje del contagio es 19 veces mayor que al aire libre

Nuevos estudios corroboran que el contagio del coronavirus tiene mayor incidencia en espacios cerrados

Nuevos estudios siguen corroborando que el contagio del coronavirus tiene lugar en espacios cerrados en un porcentaje 19 veces mayor que al aire libre

Como venimos haciéndonos eco desde hace meses, los medios de comunicación de varios países, entre ellos, Suecia, Finlandia, China, Japón, etc., siguen haciendo hincapié en que el riesgo de contagio del Covid-19 es mucho más elevado en espacios cerrados que al aire libre.

Los titulares de La Vanguardia lo anunciaban esta mañana con estas palabras “Los contagios del coronavirus raras veces se producen al aire libre- Datos de China y Japón indican que la transmisión se centra en lugares cerrados”. La noticia del periodista Josep Corbella en la edición de hoy martes día 26 de mayo de 2020 aclaraba que el contagio del “coronavirus es 19 veces más alto en espacios cerrados que al aire libre, según un estudio que ha analizado cómo ha circulado el virus en once brotes de Covid detectados en Japón”.

El artículo manifestaba que en otro estudio “realizado en China en el que se han analizado 318 brotes de tres o más personas –todos los registrados en el país exceptuando la provincia de Hubei hasta el 11 de febrero–, ninguno de ellos se había originado al aire libre. Los contagios se habían producido principalmente en domicilios particulares y en transportes públicos. Una proporción menor se había producido en comercios y restaurantes aunque, en estos casos, el número medio de personas afectadas en cada brote era más alto”.

El periodista cita a Àlex Soriano, jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, como una de sus fuentes. Este explica que el coronavirus se transmite principalmente a través de las gotas que se emiten al hablar, toser, cantar o incluso respirar, y que al haber un contacto próximo y prolongado entre personas en espacios cerrados, es más fácil que se transmita la infección que en espacios abiertos donde el virus se dispersa en el aire.

Otra de las fuentes del artículo era Benito Almirante, jefe de servicio de Infecciosas en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, que añadía que el riesgo de contagios aumentará al llegar el otoño, pues será cuando se congregarán grupos de personas en aulas, salas de reuniones y otros espacios cerrados, mientras que en verano se pasa más tiempo al aire libre.

Ambos profesionales de la salud coincidieron en que el riesgo de contagio en una playa si se va a tomar el sol o a bañarse es extremadamente bajo, y que aunque alguna persona pudiera tener el coronavirus, este se dispersaría con el viento.

La zona de las vías respiratorias superiores concentra mayor carga viral, por ello al respirar, hablar o toser las gotículas que se dispersan contienen el virus.

En palabras de Soriano, tiene que pasar una cantidad suficiente de virus para iniciar una infección –lo que técnicamente se llama dosis infectiva mínima–. Si el viento dispersa el virus, la probabilidad de que se transmita esta dosis se reduce. Según Almirante, pese al bajo riesgo de contagio, las medidas de prevención adoptadas en las playas “tienen un componente educativo” y pueden ayudar a concienciar a la población de la necesidad de mantener las precauciones para contener la epidemia.

En cuanto a los estudios chino-japoneses citamos literalmente el artículo de La Vanguardia:

<< Según los resultados del estudio de los 318 brotes registrados en China fuera de Hubei, “los entornos cerrados en los que vivimos y trabajamos son el lugar de transmisión más común del virus”, escriben en el servidor medRxiv los autores del trabajo, de la Universidad Tsinghua en Pekín, la Universidad del Sureste en Nanjing y la Universidad de Hong Kong. “La importancia de esta observación no ha sido bien reconocida por la sociedad y los gestores políticos”.

El mayor brote analizado se originó en una tienda de la localidad de Tianjin, donde un empleado que había contraído el coronavirus en otra ciudad inició una cadena de contagios. El brote afectó a otros seis empleados, diecinueve clientes y quince contactos de clientes.

En el otro extremo, los brotes que se producen en los hogares afectaron, de media, a 3,7 personas.

Las conclusiones del estudio chino coinciden con los de otro de once brotes registrados en Japón, liderado por el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas del país. Se analizaron, entre otros, brotes en un gimnasio, en un restaurante de un barco fluvial y en un festival con puestos de restauración en el interior de carpas. “Los entornos cerrados contribuyen a la transmisión de la Covid-19”, concluyen los autores del trabajo en medRxiv . “Reducir contactos próximos innecesarios en entornos cerrados puede ayudar a prevenir grandes brotes”>>.

Sin duda estos estudios y las opiniones de los médicos refuerzan nuestra tesis de que existe un fuerte e injustificado agravio comparativo hacia el sector del comercio al aire libre, resultando en un maltrato a los comercios en espacios abiertos frente al trato condescendiente dispensado por los decretos gubernamentales a los comercios en espacios cerrados.

 

Fuentes consultadas:

https://www.lavanguardia.com/ciencia/20200526/481405389948/contagio-coronavirus-riesgo-recomendaciones-estudio-aire-libre.html

Artículos relacionados:
https://mercafer.com/los-mercadillos-ambulantes-continuan-abriendo-bajo-minimos/

https://mercafer.com/reabren-los-mercadillos/

https://mercafer.com/el-cierre-de-mercadillos-hara-perder-mas-de-100-millones-de-euros-mientras-los-vendedores-reclaman-mas-ayudas/

https://mercafer.com/ante-la-pandemia-mercados-en-espacios-cerrados-o-mercados-al-aire-libre/